11 de julio de 2014

Presentación del informe "Siguiendo las Huellas de Juan Bosch en Chile".









SANTO DOMINGO. El Comité Chileno Centenario Juan
Bosch presentará el informe sobre las actividades realizadas en ese país
desde el año 2009 hasta la fecha, en un acto que se llevará a cabo el
próximo miércoles 16 de julio, a las 6 de la tarde, en el Auditorio Juan
Bosch de la Biblioteca Nacional.

En la actividad, que cuenta con
el apoyo del Ministerio de Cultura, Catalina Bosch Carcuro, nieta de
Bosch y Secretaria Ejecutiva de dicho comité, leerá el documento
"Siguiendo las huellas de Juan Bosch en Chile", que recoge las labores
académicas, culturales y artísticas realizadas en el período señalado.

Además
del informe, en el acto se proyectará el documental "Juan
Bosch...recuerdos chilenos", sobre la presencia del dominicano en Chile.

2 de septiembre de 2013

Capotillo hoy


Matías Bosch
boschlibertario@gmail.com
Se cumplieron 150 años del Grito de Capotillo. Para muchos, la gesta más extraordinaria de la Historia dominicana, la verdadera independencia pendiente desde 1844, convertida en fuerza social acumulada. Su grandeza reside, precisamente, en que al contrario de la declaración del 27 de febrero, la Revolución Restauradora fue llevada a cabo por el pueblo, por las masas en sus distintas y más oprimidas capas sociales. Fue una lucha que contó con líderes notables, como Gaspar Polanco y Gregorio Luperón, pero su trascendencia es que no fue una guerra hecha por caudillos, sino por los hombres y mujeres sin camisa y sin zapatos, que derrotaron al ejército español con machetes y palos de guaconejo.
Esa no es la mirada que comparten con nosotros quienes se encargan de producir lo que podríamos llamar “La Historia de la domesticación”. Es más, su esfuerzo mayor es que no recordásemos ni discutiésemos este aniversario. De la Restauración solo vemos cuadros que parecen europeos, llenos de soldados con uniformes azules y caballos blancos; todo se reduce a saber quiénes eran los caudillos, si eran “liberales” o “conservadores”, y llenar los monumentos de flores, de muchas flores. Arqueología, museografía pura. 
Pero lo más serio de esta aproximación domesticadora, anecdótica y arqueológica a la Historia, es el hecho de negar a la sociedad dominicana de hoy reconocerse en un proyecto histórico, aún pendiente, de emancipación y transformación, sin el cual la Restauración carecería de sentido. La lucha contra la desigualdad social y el coloniaje, que inspiró a las masas en 1863, debe servir de espejo a la nación para reconocer las tareas pendientes y las grandezas presentes de nuestro pueblo. Basta mirar hoy a Capotillo, el barrio capitaleño, una de esas República Dominicana de 1863, 150 años después. Como cada barrio popular dominicano, hace su propia Restauración cada día, pues allí mujeres, hombres, jóvenes, luchan contra toda una historia de abuso e injusticias. Tienen una trayectoria de valor, de coraje, contra los gobiernos crueles y contra toda la desigualdad de una sociedad enferma. Tienen que aguantar incluso que la PN y la DNCD hagan “descensos” e irrumpan en sus callejones a matar al vecino, a cazar “delincuentes”, sin nunca cazar al que trae la droga y al que la consume por millones. 
La historia de la domesticación, que es también hecha cada día en cómo nos informamos e interpretamos lo que sucede cotidianamente, no quiere que veamos esa injusticia ni esa lucha. Solo compramos noticias de que Capotillo y los barrios populares son nidos de delincuentes, “zona apache”; que si no fuera por ellos viviríamos en paz y tranquilidad. Un joven o trabajador de Capotillo, cada vez que busca empleo, debe demostrar que no es criminal. Así se logra que los un poco “fuñidos” por este orden social y los muy “fuñidos” nunca se identifiquen como igualmente “fuñidos”; que no veamos las causas de fondo del problema, sino que los dominicanos temamos los unos de los otros, y que los jóvenes de nuestros barrios sólo quieran irse y escapar de ese estigma que les despoja la autoestima. 
La semana pasada apareció en Listín Diario que en ese mismo barrio, Capotillo, la escuela Salomé Ureña “no cuenta con butacas, mesas, puertas, ventanas y ni baños que se puedan usar. Los pocos archivos que hay en su mayoría están rotos; el poco techo en el centro es de hojas de zinc, mientras otra parte no lo tiene, y cuando llueve es más el agua que cae dentro que fuera”. 
¿Acaso no representa ese solo ejemplo el carácter inconcluso del Grito de Capotillo de 1863 y las grandezas de la juventud popular que enfrenta la injusticia día tras día? La crisis de la educación dominicana es resultado de un modelo político que concentró por más de un siglo el mando en sectores antipatrióticos, funcional a un modelo social y económico oligárquico que concentra la riqueza en muy pocas manos. Es el modelo del dictador hatero Santana, promotor de la anexión a España, prolongado en el trujillato y en el balaguerismo. 
La escuela pública dominicana ha estado bajo sistemático acoso. Los antecedentes tenebrosos fueron la guerra a muerte de la cúpula eclesial contra Hostos, y luego el Secretario de Educación (futuro dictador), Joaquín Balaguer, desmontando la escuela hostosiana, en pleno trujillato.
De los 2.7 millones de niños que van a la escuela este año, el 25% ya va a centros privados. Esos 660 mil niños están compuestos por una pequeña minoría de élite que paga cientos de miles de pesos al año, y una gran mayoría (hijos/as de taxistas, obreros, chiriperos, trabajadoras del hogar, etc.) que se pueden llamar “demanda inducida” e, incluso, “demanda forzada”. 
El descrédito y la falta de inversión inducen a las familias a llevar a sus hijos a escuelas privadas, porque no hay opción o porque han sido convencidas de que es mejor. Es la mercantilización de los derechos básicos, la educación convertida en un gran negocio para lucrar y que, en sentido general, para las mayorías, carece de proyecto nacional pues su función ha sido servir de amortiguador y pacificador social entre las masas, compelidas a ser mano de obra barata para un sistema económico dependiente, especulativo y escasamente productivo, abarrotado de desempleados y de trabajadores cuyo salario promedio no alcanza a ser la mitad de la canasta básica de sobrevivencia. Es, 150 años después, el país donde la banca acumula en seis meses ganancias de 10 mil millones de pesos, pero no se cuentan con los recursos fiscales necesarios para redistribuir la riqueza a través de salarios ni inversión pública. 
Hoy tenemos que rescatar la verdadera historia nacional y la Historia de cada barrio popular, de cada comunidad y cada pueblo, de cada rincón donde se condensa la lucha por la sobrevivencia en medio de la injusticia, germen de la gesta restauradora: la belleza de nuestra gente, sus alegrías, sus empeños, sus dulzuras, sus poesías cotidianas, su resistencia, su aguante, su coraje, y de esas historias sacar las energías para hacer la obra grande pendiente que es parir un barrio, una ciudad, un país donde mi hijo y tu hijo no sean diferentes por el dinero que hemos traído, donde no temamos al otro dominicano por su lugar de residencia, sino que rechacemos lo que hay que rechazar: la negación, el abuso, la explotación, la injusticia, el despojo y la humillación.

27 de agosto de 2013

7 cosas muy valiosas que aprendí en el Barrio Capotillo en nuestra actividad sobre la Revolución Restauradora:

1. El pueblo dominicano es extraordinario. Los hombres y mujeres sin camisa, sin zapatos, derrotaron el ejército español apenas con machete y con palos de guaconejo, que es un arbusto de madera muy dura, por el lento crecimiento se lignifica mucho (se hace leño)

2. La Historia que nos enseñan es para drogarnos con tonterías. Estamos convencidos de que Duarte "no quiso ser Presidente", cuando Duarte fue el organizador político de la Independencia, y no fue Presidente porque quería ser ELECTO por el pueblo y vino el golpe de Estado que el santanismo dio en San Cristóbal. El mismo cuento que meten sobre Juan Bosch en 1963 y 1990.

3. Hoy no somos colonia, pero un dominicano no es igual que un extranjero blanco que viene a "invertir", y un joven de Capotillo no es igual a uno de Piantini educado en UNIBE e hijo de empresario. Acaso no se justifica decir que la Revolución Restauradora que quiso acabar con eso, sigue aún pendiente?

4. Capotillo, como cada barrio popular dominicano, hace su propia Restauración cada día, pues cada día mujeres, hombres, jóvenes luchan contra toda una historia de abuso e injusticia. Tienen una historia de valor, se coraje, contra los gobiernos crueles y contra toda la desigualdad de esta sociedad enferma. Tienen que aguantar incluso que la PN y la DNCD se tiren todos los días a joderlos, a humillarlos, a matar a su vecino, a cazar "delincuentes" sin nunca cazar al que trae la droga y al que la consume por millones.

5. La prensa de la oligarquía, los santanistas de hoy, no quiere que veamos ni esa injusticia ni esa lucha. Sólo nos VENDEN en sus noticias que Capotillo y los barrios son nidos de delincuentes, "zona apache", que si no fuera por ellos viviríamos en paz y tranquilidad. Un joven o trabajador de Capotillo, cada vez que busca empleo, debe demostrar que no es delincuente. Concentran los medios de información y hasta podrían concentrar "el oxígeno para respirar". Así, venden mucho, logran que los un poco jodidos y los muy jodidos nunca nos identifiquemos como jodidos; que no veamos las causas del problema y que no respetemos su lucha, y que los jóvenes de nuestros barrios sólo quieran irse y escapar de ese estigma. Es EXACTAMENTE lo que hacen con la Historia del país: "somos un país de brutos y vagos, sin ninguna grandeza, debemos ser un Nueva York chiquito o irnos de esta vaina", y así nos domestican, nos hacen dóciles.

6. Nuestra música, nuestra poesía, nuestra raza son rebeldes, mueven el espítiru, nos incitan a movernos, y vienen de raíces de resistencia a toda la cultura enlatada que nos venden, de nuevo, para olvidarnos de lo que somos, de lo que hemos sido, y seamos simples consumidores apocados y sin autoestima, serviles esclavos.

7. Tenemos que rescatar la VERDADERA HISTORIA NACIONAL y la Historia de cada Barrio, de cada pueblo, de cada rincón donde se concentra la lucha por la sobrevivencia en medio de la injusticia: la belleza de nuestra gente, sus alegrías, sus empeños, sus dulzuras, sus poesías cotidianas, su resistencia, su aguante, su coraje, y de esas HISTORIAS sacar las energías para hacer la obra grande pendiente que es parir un barrio, una ciudad, un país donde mi hijo y tu hijo no sean diferentes por el dinero que hemos traído, donde no temamos al otro dominicano por su lugar de residencia, sino que rechacemos lo que hay que rechazar: la negación, el abuso, la explotación, la injusticia, que nos humillen.



-- 

INDARTE Escuela de música y Arte del Capotillo 
Matías Bosch Carcuro
@boschlibertario en Twitter 

12 de agosto de 2013

Manifiesto Eugenio María de Hostos

"Hostos actual: Defensa de la escuela, defensa de la educación, reivindicación de la política como una actividad de compromiso ético con las mayorías"

Ante la tumba de Hostos, Panteón de la Patria, Ciudad Colonial de Santo Domingo,
9 de agosto de 2013

El próximo 11 de agosto de 2013 conmemoraremos los 110 años de la desaparición física del prócer de Puerto Rico, República Dominicana y América Latina, Eugenio María de Hostos. Nos hemos reunido en la Ciudad Colonial de Santo Domingo. Fue ésta la primera ciudad amurallada por los conquistadores de América en el siglo XVI; fue después conocida como “Ciudad Trujillo”, posesión de un tirano; pero también ha sido territorio de resistencia y lucha patriótica en abril de 1965, primero por la democracia y luego contra el ocupante yanqui. En realidad, República Dominicana, (y la isla toda), ha sido siempre un faro de resistencia ante la opresión, desde Caonabó hasta hoy, en cuyo corazón está sembrado el insigne Hostos. En razón de esto, los convocantes a este tributo declaramos lo siguiente:
1. La defensa de la educación, en especial la de carácter público, en cada uno de nuestros países es una bandera que tomamos de Eugenio María de Hostos, y ratificamos su plena vigencia, como reivindicación fundamental en la conquista de una democracia auténtica, popular, justa, humanista y con sentido nacional. La educación pública ha sido sistemáticamente atacada por quienes han visto en ella una mercancía apetecible en lugar de ser un derecho elemental, por quienes detentan el poder económico y no quieren que se redistribuya la riqueza, y por quienes teniendo la responsabilidad política no han creído en el derecho de nuestros pueblos a ser algo más que mano de obra barata para el consumo y la acumulación de capital en el centro capitalista. Respaldamos todas las luchas por la educación pública que desde México hasta Chile han posibilitado volver a articular a las fuerzas sociales que cuestionan las estructuras injustas y la segregación en nuestras sociedades, y ayudan a abrir de nuevo las grandes alamedas por donde pasen el hombre y la mujer genuinamente libres. Respaldamos así mismo el compromiso que han manifestado el Gobierno Dominicano y su Presidente Danilo Medina al subrayar la educación y el cuidado de la infancia como garantías de la libertad.

2. Defender la escuela hoy debe significar defender a los maestros y maestras como constructores esenciales de la Nación, el aula como espacio de convivencia para una sociedad más justa y humana, la formación de un ser humano libre y obrero conciente de la vida como foco de la enseñanza, y el compromiso con los humildes y oprimidos como principio rector de los educadores y educadoras. Significa también crear las condiciones básicas para el desarrollo material y espiritual de nuestro país, como un proyecto colectivo, de vida común para la felicidad y el bienestar. La educación en general –pública y privada- en todos sus niveles, debe ser un factor de elevación y reforzamiento de la autoestima de los pueblos, de su identidad y conciencia histórica, tan tergiversadas y maltratadas por una cultura que aprecia más lo ajeno que lo propio, sin lo cual es inviable la voluntad de los hombres y mujeres de ser plenamente libres.

3. Suscribimos la aspiración de Eugenio María de Hostos por unas Antillas unidas, sustentadas en la soberanía plena de cada una de sus naciones y a la vez en la solidaridad estrecha entre sus pueblos, la defensa de su Independencia y un proyecto propio de vida. La América Latina de hoy revive la gesta de Hostos, Martí, Bolívar, Manuelita Sáenz, de un continente unido, a sabiendas de que solo esa unidad podrá salvarnos, en tanto que el aislamiento y la división solo ayudan a hundirnos por separado. El latinoamericanismo de Hostos se manifiesta hoy en proyectos de integración social, política, cultural y económica que abonan la concreción de una Patria Grande como hogar de todos y todas, en armonía con el mundo, a favor de la sobrevivencia de la especie y la Tierra como casa común.

4. Nos manifestamos en plena solidaridad con la decisión del prócer Eugenio María de Hostos de permanecer en tierras dominicanas hasta que su patria natal, Puerto Rico, sea plenamente libre. Como dijo Juan Mari Brás “Patria es universo”: es desde la patria desde donde construimos nuestra identidad, nuestra dignidad y libertad para entendernos y relacionarnos en igualdad con todos los países de la Tierra. La patria significa en primer lugar, el culto al ser humano y a la naturaleza, el derecho a la vida, a la identidad cultural y a la justicia social, y el auténtico poder de cada pueblo de dirigir sus destinos. Nos manifestamos en oposición de toda forma de colonialismo y de imperialismo, en fraternidad con la resistencia de Puerto Rico, Haití, Cuba, Bolivia, Ecuador, Venezuela, Colombia, Honduras, Palestina, Irak, Afganistán y todos los países amenazados o invadidos en la actualidad para ser saqueados y conquistados. Rechazamos la amenaza nuclear sobre la Humanidad, y a la vez reclamamos la liberación de todos los presos políticos, sometidos a procesos ajenos a los principios éticos y del Derecho, incluyendo Oscar López Rivera de Puerto Rico.

5. Reivindicamos la política tal y como la concibió Hostos: una actividad de compromiso ético con las mayorías, con la paz y la justicia, sin corrupción y con el bien de la Nación como propósito supremo, cuya realización se sustenta en un pueblo verdadero, y por tanto una práctica orientada a la concientización del pueblo sobre sus derechos y responsabilidades, y su tarea de ser genuino protagonista de su historia. Reivindicamos el ejemplo de todos los luchadores y luchadoras que han actuado en la política como Duarte, Hostos, los Restauradores, Minerva Mirabal y Juan Bosch, desprendidos de cualquier tipo de interés individual y apostando a construir pueblos dignos y soberanos.

Hoy decimos con Eugenio María de Hostos: Otra Educación, Otra América Latina, Otro Mundo y Otra Política ¡¡¡Son Posibles!!!

Ofrenda Florar Eugenio María de Hostos 
 




Poemas a la memoria Hostos en la escalinatas del Panteon de la Patria al somar de la cuerdas de la guitarra

19 de julio de 2013

El 18 de Julio : España, Mandela y los modelos
Matías Bosch
A nadie se le dice, con nadie se discute. Las editoriales de prensa hablan en esta semana del «hiper presidencialismo latinoamericano» y de los peligros de una democracia en la que el voto mayoritario define todo (mientras uno se queda pensando si eso no es lo que tanto querían).  Ninguno de los voceros del «modelo » se hará cargo de explicar qué encarna un 18 de Julio.
En 1936, un día como hoy, Francisco Franco dirigió el golpe de Estado contra la República Española. Sí, porque aunque la revista HOLA y COSAS nos pinten las ceremonias reales de Madrid como un cuento de hadas que tenemos que admirar, no siempre en España hubo rey ni los españoles quisieron tenerlo. En España hubo república, una república con afanes democráticos y populares.
Con el golpe dirigido por el franquismo vino la Guerra Civil que, por supuesto, no es tal cosa. Ellos (los que ganan) le ponen nombre a los hechos  y nosotros, inocentemente, lo repetimos. Fue la andanada de toda la fuerza fascista de las armas y el dinero, junto a la propaganda, apoyados por la oligarquía antidemocrática española. En defensa de la República actuaron desde trabajadores y militantes de izquierda, hasta una infinidad de amigos del mundo, como Pablo Neruda y Ernest Hemingway, por solo mencionar dos de los más connotados.
La Guerra Civil la ganó el franquismo. Desde entonces, España fue cruzada por el genocidio. Murió el poeta Miguel Hernández en una cárcel. Federico García Lorca fue fusilado con el argumento de ser «maricón ». Miles y miles de desaparecidos, ejecutados políticos, desterrados, exiliados, saturan las cuentas de un régimen que duró hasta 1978, incluso con Franco muerto, asomando su cadáver por una ventana, todo en virtud de mantenerlo más preciado de ese calvario, lo que lo justificaba todo : proteger el orden, la unidad y la grandeza de España.
Del franquismo quedaron, en todo caso, como legado más preciado, adivinen : el Rey, el Juan Carlos que ya pasaba vacaciones con el tirano vivo ; un pacto de impunidad total ; y el « modelo modernizador » impulsado por Franco. A partir de la elección de Felipe González y el PSOE (el partido de los obreros !!) para dirigir el gobierno, España se consolidó como el « modelo de transición a la democracia ». Tomar «lo bueno » y hacer las reformas para que « todos recibamos los beneficios ».
Lo que se ha callado hoy no es la efeméride. Es la continuidad del genocidio. El modelo de « desarrollo » y « democracia » español mantendrá sus virtudes públicas, salvo para exterminar a la ETA con todo medio ; mantener la corrupción pública y privada ; apoyar guerras e invasiones ; y garantizarle al centro del capitalismo ser territorio para su expansión. Si por algún motivo el modelo llegara a fallar, lo primero que se pondría en suspenso es el « desarrollo » y la « democracia ».
6 millones de parados. Bancos rescatados con dinero fiscal y familias pasando hambre. 35% de suicidios explicados por las deudas y los desalojos (un señor se acaba de cortar las venas porque la cuenta de la luz es más alta que su pensión mensual), aumento de los impuestos a las mayorías, seres humanos sin casa y bancos con casas ; hasta el presidente del Tribunal Constitucional pagando cotizaciones al partido gobernante.
Y no que son Honduras, Venezuela, Bolivia y Ecuador los ejemplos de Estados « bananeros »?
Qué está en el fondo de la continuidad del genocidio ? Qué nos sorprende de esta España ? Eso es precisamente lo que buscan negar, al menos ocultar.
El discurso de los ganadores en España es exactamente el mismo de los ganadores en el Chile post-Pinochet y en la República Dominicana post Balaguer. Todos los administradores se disputan cuál fue el primero en ser « modelo » de « transición », sin discutir nunca de qué se ha tratado la « transición ».
Hoy podemos ver claramente que esa « transición » debe ser llamada « democracia de pactos » o « democracia negociada ». Que lo que llaman consensos en realidad fueron acuerdos espurios tomados entre los administradores de la versión vieja y de la versión nueva de espaldas a los ciudadanos y en las sombras, acuerdos que dejaron fijado que todo se podía tocar menos lo esencial, lo fundamental que había sido puesto en tela de juicio con la República Española, con la Unidad Popular en Chile y entre 1963 y 1965 en RD. Que la modernización es un eufemismo para ocultar un reordenamiento del modelo económico y social que puso en el centro el capital, especialmente el oligárquico y el transnacional, a los cuales está subordinado el trabajo y por tanto el ser humano ; que la función de nuestros países es asegurar bajos impuestos y bajos salarios para la ganancia de ese capital. Y la « gobernabilidad » ha sido el nombre de que la hegemonía política de esos ganadores nunca va a ser tocada : sus ideas, sus valores, su prensa, sus medios, su discurso, sus marcos no se tratará de que sean subvertidos.
Cuando el modelo falle y se resquebraje, o cuando la « modernización » pierda competitividad, ya veremos qué toca hacer : bajar los salarios o aumentar los simbólicamente (como en RD), incluso despedir millones de trabajadores. Si la hegemonía y por tanto la gobernabilidad se ven amenazadas, el dinero a la prensa, a las instituciones supuestamente independientes de la « democracia », el clientelismo y la mafia harán su trabajo. Los « parlamentos » mostrarán su verdadero papel : bajo las cuotas que el sistema electoral permite (dominado por el dinero y el marketing), las decisiones siempre se tomarán en una mayoría que defiende la « estabilidad » por sobre todas las cosas.
Algo no se nos puede escapar : la gracia, el kit de la cuestión es que esto se  asimilable, digerible, aceptable. No hay escenario mejor que ver a los asesinados, reprimidos y castigados, los « revolucionarios » siendo los administradores perfectos. Por eso es que el « consenso » elige siempre sus interlocutores perfectos para ser los gerentes « en bien del país » : Ricardo Lagos en Chile ; el justicialista Carlos Menem en Argentina ; Felipe González y el PSOE en España ; y en RD… el PRD de 1978 y el PLD entre 1990 y 1996.
Y Mandela?
Este 18 de Julio ha sido también el cumpleaños de Nelson Mandela, el gigante sudafricano.
Es repulsivo ver notables figuras del establishment de nuestros países sacando del internet, todo el día, frases de Mandela, sacadas de contexto, cual lemas de libros de auto ayuda, para colocarlas en « twitter » como consignas de « buena onda » y « ciudadanos decentes ». Hay una, por ejemplo, según la cual Mandela enseña… a hacer amigos.
Decimos que es repulsivo porque son los mismos y las mismas que se niegan a enfrentar el espantoso apartheid que atraviesa nuestros países saqueados y humillados en favor de las oligarquías, la banca y el capital transnacional. No enfrentan el apartheid económico, social, cultural, educativo que mantiene a las mayorías viviendo en la era cavernaria o al borde del precipicio de la miseria y convertirse en parte del ejército, de reserva mundial del que se alimentan las « cadenas globales de valor » en que nos prometen insertarnos. No sólo no hacen nada contra todo esto, incluso lo sostienen, legitiman, justifican, reproducen.
Capítulo aparte es EEUU, su Gobierno y sus Embajadas celebrando el « Día de Mandela ». Pedirán alguna vez perdón por dar apoyo financiero, diplomático y armamentístico al Apartheid ? Pedirán perdón por tener a Mandela en la lista de terroristas peligrosos ? Alguna vez Obama hará algo más por la justicia sustantiva, por la verdad histórica que exaltar frívolamente a Lincoln, Luther King y Mandela ? Cerrará Guantánamo ? Liberará a los antiterroristas cubanos y los presos políticos de Puerto Rico?
Hay una cuestión que debemos resaltar como tarea política. Un líder NO puede por sí solo transformar la realidad : requiere de una correlación de fuerzas y un tejido político que pueda capitalizarla. Su papel no es inventar esas dos cosas de la noche a la mañana, pero sí al menos propiciarlas y dar un ejemplo de coherencia que les otorgue autoridad moral.
Mandela (como tampoco  Gandhi) no es esa figura que los « snob » « democráticos » y « modernos » exaltan en sus twitter. Mandela enfrentó a un régimen que fue el cuartel general del colonialismo más rapaz y brutal en África. Sufrió, valientemente la cárcel por enfrentar la opresión del capital colonialista, expansionista y esclavizador, incluyendo a las potencias que lo auparon. Para que él saliera vivo, murieron miles y miles de luchadores (negros, blancos, cubanos, cubanas, angolanos, etc) que llevaron al régimen al terreno de las definiciones. Mandela es la expresión de una lucha, no el Dalai Lama del internet progre.
Cuando Mandela salió de la cárcel y fue Presidente, no tuvo –creo yo- la correlación de fuerzas para transformar radicalmente la sociedad sudafricana. Su base de sustentación –el Congreso Nacional Africano –había sido golpeado por la carnicería más brutal y quizás la prioridad fue una : sobrevivir y no retroceder. Logró cohesionar las fuerzas que tenía en torno a ese objetivo. Fue él y sus circunstancias. Repetimos : un líder no puede crear por sí solo una correlación de fuerzas favorables.
Su mérito, el mayor, es haber logrado el cese de la matanza sin traicionar, sin negociar bajo la mesa, sin venderse y convertirse en siervo y administrador del orden canalla que combatió, sin convertir a los oprimidos en los mejores exponentes de la opresión. No fue artífice de los « consensos » y la « reconciliación » que no supera nada, sino que legitima y recrudece el orden heredado. No robó ni amparó a una nueva mafia de robo, desapariciones, leyes antiterroristas y represión al servicio del capital.
Mandela no hizo la revolución. Pero a diferencia de los que hoy no hablan del 18 de Julio español y tuitean a sus cientos de miles de seguidores sobre su lucha, no fue como Lagos, como Menem, como González ni como sus fanáticos admiradores de la « transición » dominicana.

4 de julio de 2013

4 DE JULIO: NADA QUE CELEBRAR



Por Matías Bosch
matias.bosch@gmail.com
Hoy es 4 de julio de 2013. En 1776, hace 237 años, las Trece Colonias reunidas en Congreso se declaraban “Estados libres e independientes” del Estado de Gran Bretaña.

En República Dominicana será celebrado de una manera extravagante. La Embajada estadounidense hará su tradicional fiesta, incluyendo estruendosos fuegos artificiales. Pero además, esta semana y hoy en particular, amanecimos con la prensa forrada de supermercados, tiendas de vehículos y demás, ofreciendo la “Semana Estadounidense” y hasta poder vivir “Mi propio sueño americano”.  En esto se ha involucrado de lleno la “colaboración” de la “Embajada”.

Todo esto ha causado en varios ciudadanos un enorme sobresalto, digo mejor: indignación. ¿Por qué la fiesta? ¿Qué hay que celebrar con fuegos, compras y automóviles? ¿Estados Unidos acaso ha convertido su identidad, su proyecto en “una cosa”? ¿Qué hay de las luchas y sueños de sus próceres, y de su pueblo? ¿Qué hay de nuestros países, devenidos en supermercados y ferias?

Hay que recordar. Después de aquel 4 de Julio de 1776, vendría la guerra de Independencia, hecha no para subyugar a nadie, sino para conseguir “en nombre y con el poder del buen pueblo” de las colonias, la libertad que Gran Bretaña no quería concederles. Esa guerra fue exitosa bajo el mando del extraordinario líder político y militar George Washington, quien luego sería Presidente de los Estados Unidos de América. La guerra conducida por Washington mereció el concurso del prócer venezolano Francisco de Miranda, maravillado con la gesta del primer pueblo libre en América.

Mucho antes que la Revolución Francesa y la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano; de la Declaración Universal de los Derechos Humanos consagrada por la ONU; y por supuesto que la Corte Interamericana, la Declaración de Derechos de Virginia y aquella Declaración de Independencia abrían una nueva concepción política en el mundo, arraigada en el republicanismo, la igualdad y la libre determinación.
La Constitución de 1787, bajo la cual gobernaría Washington, definió el sello del orden político y social que se perseguía en un preámbulo hermoso: “Nosotros, el Pueblo, a fin de formar una Unión más perfecta, establecer Justicia, afirmar la tranquilidad interior, proveer la Defensa común, promover el bienestar general y asegurar los beneficios de la libertad, establecemos esta Constitución”.
Más adelante, le tocaría a Abraham Lincoln liderar a los republicanos en la Guerra Civil, y lograr la abolición de la esclavitud que aún se ejercía en el Sur contra millones de negros oprimidos. Los habitantes de esa tierra que corría tras la libertad, la justicia y el bienestar no los gozaban por igual. Como muchos recordarán, Lincoln moriría asesinado en un atentado.
Ya en el siglo XX será precisamente un negro, el ministro religioso Martin Luther King, el abanderado de defender los derechos civiles de todos los estadounidenses. Siglos después de la Independencia y la Guerra de Sececión, día Luther King que los principios consagrados por los próceres seguían siendo impracticables en una sociedad atravesada no sólo por la discriminación racial, sino por muchos mecanismos de segregación que negaban la igualdad de todos y todas los ciudadanos. Luther King, como Lincoln, también moriría asesinado.
¿Qué quería Washington? Cinco cosas expresa en su Discurso de Despedida, de 1796: Subordinación de los gobernantes a la Constitución, Unidad y Justicia entre todos los estados, Absoluta austeridad y justeza en los impuestos y el gasto público, Que no fuera la política de los partidos la que dominara a la nación, y Paz y armonía con todas las naciones del mundo.
¿Qué quería Lincoln? Su más memorable pieza, el Discurso de Gettysburg, en 1863 (cuando en República Dominicana estallaba la revolución restauradora), lo expresa claramente: “Una nueva nación, concebida en la libertad y consagrada al principio de que todos los hombres son creados iguales” y “que tenga una nueva aurora de libertad, y que el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo no desaparezca de la faz de la Tierra”.
¿Es ese el Estados Unidos que disfrutan TODOS Y TODAS las estadounidenses hoy, y con el cual se vinculan en confianza y reciprocidad todas las naciones soberanas del mundo? ¿Son las ideas de la Independencia, la Constitución, Washington, Lincoln y Luther King las que definen la esencia de la democracia, las instituciones y la política exterior de esa potencia mundial?
Algo pasó entre medio. La Doctrina Monroe de 1823 encarnó un afán expansionista e imperialista que luego de Lincoln y más específicamente a partir de 1898 se entronizó en la política exterior, pasando luego a ser controlada por las multinacionales y el complejo militar industrial. Una oligarquía financiera se apropió de su economía, atentando contra el trabajo decente y instalando la especulación y la deuda como motores del crecimiento: más de 1.5 millón de millones fueron usados por el Gobierno de Obama para salvar la banca y NADA para salvar a los trabajadores y las viviendas de las familias. 50 millones de estadounidenses no tienen acceso al seguro de salud, y 1 de cada 6 pasa hambre.
Los Rosenberg asesinados por acusarlos de “espías comunistas” y todo el infierno del McCarthismo. Los 800 mil millones de dólares al año botados en la industria militar, que ha producido entre otras cosas suficiente poder nuclear para destruir la Tierra 3500 veces. Miles de jóvenes mutilados y convertidos en sicóticos en guerras de rapiña en las que se gastan los impuestos de los ciudadanos. Haberle mentido al mundo tan descaradamente para invadir Irak. El 1% que concentra más riqueza que el 99%. Los Wikileaks que demostraron una red mafiosa de espionaje y subordinación de Estados soberanos a los intereses de una élite. La democracia convertida en un mercado electoral que se financió en la última campaña presidencial con 2700 millones de dólares; el poder del pueblo devenido en un duopolio de dos partidos, las agencias de marketing y la prensa. El escándalo del sistema de espionaje PRISMA por el cual persiguen a Snowden: tan sólo en Alemania, se sabe, se espiaron 500 millones de comunicaciones.

Desde 1898 a 2013 he podido contabilizar 77 acciones de agresión de los poderes fácticos que dominan a la patria de Washington y Lincoln, contra un sin número de países latinoamericanos, africanos y asiáticos. Incluyen los recientes golpes de Estado en América Latina, la guerra del Plan Colombia y la última de ellas, haber obligado al presidente de Bolivia, Evo Morales, a hacer un aterrizaje de emergencia como amedrentamiento a su conducta digna y soberana. El Gobierno estadounidense usó para ello su poder sobre cuatro Estados miembros de ese esperpento que se llama OTAN.

En realidad, hay una agresión más, de carácter permanente: los tratados supuestamente de “libre comercio” como el DR-CAFTA, gracias al cual entran todos los productos liberados de impuestos que nos ofrecen para celebrar el 4 de Julio y que en realidad ayudan a concentrar aún más el comercio y la riqueza en una potencia hegemónica, aplicando subsidios, mientras desbaratan los sistemas productivos nacionales, y con ello el trabajo y la soberanía alimentaria y económica, incluyendo los estadounidenses. ¿Hay motivo de fiesta?

Claro que valdría la pena celebrar el 4 de JULIO, si los ideales por los que lucharon los Independentistas, Constituyentes, Washington, Lincoln y Luther King. Sería un triunfo del pueblo de Estados Unidos y la Humanidad.

Pero no: todos esos próceres han sido traicionados para imponer un Estado al servicio de los intereses de una élite financiera, militar y partidista. Y duele mucho que se manipule al pueblo dominicano, al pueblo de Gregorio Urbano Gilbert, Caamaño, Fernández Domínguez y Juan Bosch, que ha sido y sigue siendo sino una víctima vejada por esos aparatos de la traición a la Historia estadounidense.

Por último, hay algo terrible, trágico: NADIE ha hablado en República Dominicana del 4 de Julio propio, aquel de 1861 en que por orden del tirano y traidor Pedro Santana fue fusilado, en San Juan de la Maguana, Francisco del Rosario Sánchez, padre de la Patria que había venido a resistir a la anexión a España que el santanismo impuso. Hoy Santana –referente de Balaguer- sigue siendo tratado como pro-hombre y el modelo oligárquico forjado por su bando prevalece.

No, señores de la “Embajada”, las tiendas, los supermercados y la prensa de la oligarquía: En 2013, en América Latina, República Dominicana y en Estados Unidos, este 4 de Julio NO HAY NADA QUE CELEBRAR.

FJB se solidariza con Bolivia

  
 

La Fundación Juan Bosch condenó el atentado e intento de secuestro del presidente de Bolivia, Evo Morales, una acción que calificó como el fruto de la complicidad de los Gobiernos de la OTAN con el imperialismo que domina los Estados Unidos de América.
 
La entidad expresó su respaldo a través de una carta que  dirigió  al  vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolívia, Alvaro García Liniera, vía la cónsul en Santo Domingo, María Teresa Lavayen.
A continuación publicamos íntegro el contenido de dicha comunicación: