27 de agosto de 2013

7 cosas muy valiosas que aprendí en el Barrio Capotillo en nuestra actividad sobre la Revolución Restauradora:

1. El pueblo dominicano es extraordinario. Los hombres y mujeres sin camisa, sin zapatos, derrotaron el ejército español apenas con machete y con palos de guaconejo, que es un arbusto de madera muy dura, por el lento crecimiento se lignifica mucho (se hace leño)

2. La Historia que nos enseñan es para drogarnos con tonterías. Estamos convencidos de que Duarte "no quiso ser Presidente", cuando Duarte fue el organizador político de la Independencia, y no fue Presidente porque quería ser ELECTO por el pueblo y vino el golpe de Estado que el santanismo dio en San Cristóbal. El mismo cuento que meten sobre Juan Bosch en 1963 y 1990.

3. Hoy no somos colonia, pero un dominicano no es igual que un extranjero blanco que viene a "invertir", y un joven de Capotillo no es igual a uno de Piantini educado en UNIBE e hijo de empresario. Acaso no se justifica decir que la Revolución Restauradora que quiso acabar con eso, sigue aún pendiente?

4. Capotillo, como cada barrio popular dominicano, hace su propia Restauración cada día, pues cada día mujeres, hombres, jóvenes luchan contra toda una historia de abuso e injusticia. Tienen una historia de valor, se coraje, contra los gobiernos crueles y contra toda la desigualdad de esta sociedad enferma. Tienen que aguantar incluso que la PN y la DNCD se tiren todos los días a joderlos, a humillarlos, a matar a su vecino, a cazar "delincuentes" sin nunca cazar al que trae la droga y al que la consume por millones.

5. La prensa de la oligarquía, los santanistas de hoy, no quiere que veamos ni esa injusticia ni esa lucha. Sólo nos VENDEN en sus noticias que Capotillo y los barrios son nidos de delincuentes, "zona apache", que si no fuera por ellos viviríamos en paz y tranquilidad. Un joven o trabajador de Capotillo, cada vez que busca empleo, debe demostrar que no es delincuente. Concentran los medios de información y hasta podrían concentrar "el oxígeno para respirar". Así, venden mucho, logran que los un poco jodidos y los muy jodidos nunca nos identifiquemos como jodidos; que no veamos las causas del problema y que no respetemos su lucha, y que los jóvenes de nuestros barrios sólo quieran irse y escapar de ese estigma. Es EXACTAMENTE lo que hacen con la Historia del país: "somos un país de brutos y vagos, sin ninguna grandeza, debemos ser un Nueva York chiquito o irnos de esta vaina", y así nos domestican, nos hacen dóciles.

6. Nuestra música, nuestra poesía, nuestra raza son rebeldes, mueven el espítiru, nos incitan a movernos, y vienen de raíces de resistencia a toda la cultura enlatada que nos venden, de nuevo, para olvidarnos de lo que somos, de lo que hemos sido, y seamos simples consumidores apocados y sin autoestima, serviles esclavos.

7. Tenemos que rescatar la VERDADERA HISTORIA NACIONAL y la Historia de cada Barrio, de cada pueblo, de cada rincón donde se concentra la lucha por la sobrevivencia en medio de la injusticia: la belleza de nuestra gente, sus alegrías, sus empeños, sus dulzuras, sus poesías cotidianas, su resistencia, su aguante, su coraje, y de esas HISTORIAS sacar las energías para hacer la obra grande pendiente que es parir un barrio, una ciudad, un país donde mi hijo y tu hijo no sean diferentes por el dinero que hemos traído, donde no temamos al otro dominicano por su lugar de residencia, sino que rechacemos lo que hay que rechazar: la negación, el abuso, la explotación, la injusticia, que nos humillen.



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INDARTE Escuela de música y Arte del Capotillo 
Matías Bosch Carcuro
@boschlibertario en Twitter 

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